Boggiano: WeWork anticipa el derrumbe de otras 15 empresas

Boggiano: WeWork anticipa el derrumbe de otras 15 empresas

Por Miguel Ángel Boggiano

Aunque la palabra esté demasiado “trillada”, creo seriamente hay una oportunidad muy atractiva en la bolsa de los EEUU. De forma muy resumida: consiste en apostar a que ciertas acciones que hoy están muy caras caerán fuertemente. Estoy pensando en retornos que deberían superar el 30% en unos pocos meses. Por favor sigan leyendo con detenimiento hasta el final.

En los últimos días se disparó una señal que puede marcar el comienzo de estas caídas. ¿La palabra clave? WeWork.

Los que me vienen leyendo hace tiempo saben que vengo insistiendo con que “el virus de las tasas de interés en cero”, impulsado por los grandes Bancos Centrales, ha infectado al mundo. Esta infección hace que los precios de muchos activos estén inusualmente distorsionados.

En palabras simples, tuvimos diez años de dinero gratis. Eso posibilitó que un país como la Argentina (defaulteador serial) pudiera emitir un bono a 100 años; una verdadera locura.

Pero también esto permitió el crecimiento de empresas como Uber, Tesla o WeWork, verdaderas máquinas de perder dinero de manera sistemática, con valuaciones astronómicas y que sólo sobreviven gracias a los continuos aportes de capital.

En el último año, hemos visto un comportamiento similar al de la burbuja de las punto com. La historia no es idéntica, pero como siempre, rima.

Los famosos unicornios (empresas tecnológicas valuadas en más de mil millones de dólares) salieron a cotizar de manera masiva en Wall Street.

Estas empresas tienen tres características en común:
1) Tienen una idea novedosa.
2) Crecen a alta velocidad.
3) Pierden cada vez más dinero.

El 80% de las empresas que salió a cotizar en 2018 pierde dinero. Este disparate sólo se repitió en el 2000, en el techo de la burbuja de Internet. Pero eso no es todo: en cada uno de los últimos 6 años, más del 60% de las compañías que salieron a la bolsa, pierde dinero:

Sin embargo, el panorama está cambiando rápidamente y esto puede verse con el intento de WeWork de salir a cotizar en los EEUU.

WeWork es una empresa que se dedica al desarrollo y la explotación de oficinas bajo la modalidad de coworking (espacios de trabajo compartido).

En los proyectos de coworking como WeWork, se paga una membresía (como si fuera un gimnasio), por la cual el cliente puede ocupar un puesto de trabajo y utilizar los servicios disponibles allí (se comparten salas de reuniones, impresoras, la mesa de entradas y otros).

Al día de hoy, WeWork cuenta con 830 establecimientos en 125 ciudades.

En enero de este año WeWork había sido valuada en u$s 47.000M y antes de eso, se hablaba de valuaciones cercanas a los u$s 65.000M.

Pero todo cambió y ahora la compañía está considerando aceptar una valuación de menos de u$s 20.000M para su IPO.

¿Qué pasó? Muy simple: el dinero gratis se está acabando. Ya no quedan interesados en pagar por una compañía que pierde dinero de manera creciente.

Todas las empresas que salieron a cotizar el último año a valores ridículos y que no consiguen ganar ni un centavo, están en una situación crítica.

Hay también algo extra que podría precipitar un verdadero crack en todas estas empresas y que fue el detonante del crack de las acciones de Internet: el fin de los llamados períodos de lock up. ¿Qué es esto?

Cuando una compañía comienza a cotizar, sólo una parte del total de acciones existentes es ofrecida al público. El resto de las acciones queda en manos de los inversores iniciales, los fundadores y los empleados. Justamente durante el período de lock up, ninguno de estos últimos accionistas puede vender.

Pero en un determinado día, esa restricción se termina: cuando finaliza el período de lock up. Hoy nos estamos acercando a la fecha en la que millones de acciones de compañías que pierden dinero y que están valuadas a precios estratosféricos, estarán disponibles para ser vendidas en el mercado. Y créanme: no hay nadie que tenga más noción acerca de la sobrevaluación de estas acciones que los propios fundadores, empleados e inversores iniciales.

Ahora bien, ¿cómo se puede ganar cuando cae el precio de las acciones de una compañía?

Típicamente todo el mundo entiende que si compra una acción, ganará si consigue venderla más cara en el futuro. Pero si alguien considera hoy que una acción está cara, puede venderla primero para recomprarla en el futuro a un precio más bajo. Esto se llama “short selling” o venta corta. ¿Cómo se hace? Es muy fácil y sencillo de implementar.