Biden revirtió la política migratoria de Trump Reactiva las “green cards”

En un nuevo gesto que intenta desandar el camino de Donald Trump, el presidente norteamericano, Joe Biden, dio por terminada la suspensión de la emisión de residencias o visas para inmigrantes –las soñadas “green cards”– que dispuso su antecesor.

Tras una gestión reticente hacia los extranjeros y descreída de la gravedad del coronavirus, Biden dijo que cerrar la puerta a los inmigrantes legales “no promueve los intereses de Estados Unidos”.

“Al contrario, daña a Estados Unidos, lo que incluye impedir que algunos familiares de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales se reúnan con sus familias aquí. También afecta a las industrias de Estados Unidos que utilizan el talento de personas de todas partes del mundo”, dijo Biden al anunciar el cambio.

Trump suspendió la primavera pasada la emisión de “green cards” para proteger el mercado laboral, duramente afectado por el coronavirus, un argumento que usó para lograr muchos de los recortes a la inmigración legal que no había podido ejecutar en sus primeros años, tras haber llegado a la Casa Blanca con un discurso marcadamente antiinmigración.

“Al detener la inmigración, ayudaremos a que los estadounidenses desempleados sean los primeros en la fila para obtener empleos a medida que Estados Unidos reabra”, dijo Trump en abril de 2020 cuando se implementó la medida.

La medida de Trump congelaba visas H-1B para trabajar en industrias de alta tecnología y una variedad de otras para trabajadores poco calificados, pasantes, maestros, y para transferencias en empresas. Entre los no afectados estaban los trabajadores de la salud.

Dudas sobre la amenaza de las migraciones

Varios académicos habían señalado que los estudios habían arrojado repetidas dudas sobre la idea de que la inmigración era una amenaza directa para los trabajos norteamericanos, porque muchos inmigrantes aceptan empleos que los norteamericanos no quieren.

El 31 de diciembre extendió esas órdenes hasta finales de marzo. Tras ello, se perdieron hasta 120.000 visas de preferencia basadas en la familia. Los inmigrantes no podían llevar a sus familiares, a menos que fueran ciudadanos norteamericanos que solicitaran visados para sus cónyuges e hijos menores de 21 años.

Además, con sus medidas Trump cerró la puerta a miles de ganadores de la lotería de visas, quienes fueron elegidos al azar entre 14 millones de solicitantes para que recibieran las tarjetas de residencia permanente.

Desde que asumió el cargo el 20 de enero pasado, Biden emitió varias órdenes ejecutivas y directivas destinadas a levantar las restricciones impuestas a los inmigrantes en los últimos cuatro años.

Críticas

Sin embargo algunos abogados defensores de los migrantes consideran la medida sobre las “green cards” algo tardía. Se mostraron sorprendidos de que no retirara inmediatamente la suspensión, tal como hizo con la prohibición de viaje impuesta a las personas de países musulmanes.

Varios grupos empresariales habían expresado asimismo su preocupación de que el gobierno de Biden no se pronunciara sobre ningún plan para restaurar las visas y residencias congeladas por su predecesor republicano.

Entre las cosas que sí hizo el mandatario demócrata en estas primeras semanas fue proponer un proyecto de ley con el objetivo de limitar la autoridad presidencial para emitir futuras prohibiciones contra los inmigrantes.

El gobierno trabaja además para agilizar que los niños que llegan solos sean entregados a familiares que vivan en el país debido a que las instalaciones para su cuidado a largo plazo están casi llenas.

Albergues financiaran parte del transporte

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) autorizó esta semana a los administradores de los albergues a largo plazo a financiar parte del transporte de los menores a las viviendas de sus familiares.

Bajo los lineamientos actuales, los patrocinadores pueden ser obligados a pagar por dicho transporte antes de que el gobierno libere a los menores y en varias ocasiones el monto a pagar es de cerca de mil dólares por niño.

El cambio tiene como meta liberar la presión sobre los centros, que redujeron drásticamente la capacidad de sus instalaciones debido a la pandemia de coronavirus. Casi todas las 7100 camas para los niños migrantes que tiene el HHS ya están ocupadas, al tiempo que los agentes de la Patrulla Fronteriza detienen diariamente a un promedio de más de 200 menores de edad que cruzan la frontera sin compañía de adultos.

La mayoría de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza no están equipadas para detenciones a largo plazo, debido a lo cual los menores deben dormir en colchonetas en celdas donde las luces permanecen encendidas las 24 horas.

Menores

Para retirar a los niños de la custodia de la Patrulla Fronteriza, el HHS reabrió una instalación en Carrizo Springs, Texas, que tiene capacidad para 700 adolescentes, y pronto podría verse obligado a reabrir otro centro en Florida.

Si bien tienen camas, aulas de clase y comedores, las instalaciones de emergencia cuestan unos 775 dólares diarios por cada menor extranjero que se entrega a su cuidado, y no están sujetas a los mismos requisitos que se les exigen a los albergues regulares.

“Tuvimos que ampliar y abrir instalaciones adicionales debido a que no había suficiente espacio en las instalaciones existentes si queríamos cumplir con los protocolos del Covid-19, declaró a los medios Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca.

La vocera añadió que Biden suspendió una práctica implementada durante el gobierno de Trump que expulsaba del territorio a los niños migrantes sin compañía de un adulto amparándose en una ley de salud pública.

“Nuestro objetivo es retirar rápidamente a esos niños de allí y enviarlos con familias de patrocinadores verificadas y a sitios donde puedan estar a salvo”, señaló.

Fuente: La Nación