BBVA vende más ‘activos tóxicos’ en Turquía para cumplir objetivos

BBVA vende más ‘activos tóxicos’ en Turquía para cumplir objetivos

BBVA no solo limpia su balance en Europa para mejorar su rentabilidad, también lleva cabo un saneamiento en Turquía, el otro mercado donde la morosidad supone un lastre.

Su filial Garanti ha acordado la venta de una nueva cartera de préstamos fallidos, por unos 50 millones de euros, para intentar cumplir con los objetivos previstos para todo 2019.

El banco cerró la cuarta desinversión de relevancia de este tipo de activos recientemente. Traspasó financiación derivada de tarjetas de crédito, préstamos generales y de sobre giro de un valor nominal de 323,29 millones de liras (49 millones de euros, aproximadamente). El importe de la operación alcanzó los 25,11 millones de liras (3,8 millones) y el comprador ha sido la firma Gelecek Varlik Yönetim.

El objetivo que se habría fijado la franquicia de BBVA era cerrar el ejercicio con una morosidad por debajo del 7 por ciento, una empresa difícil de conseguir después de que en verano los impagos se multiplicaran y la tasa alcanzara el 6,7 por ciento. En 2018, el ratio se situaba en el 5,2 por ciento.

La incorporación de nuevos morosos en Garanti se duplicó en el tercer trimestre con respecto a los dos trimestres anteriores, según sus propios datos, de los 1.700 millones de liras (267 millones de euros) y 1.523 millones de liras (238 millones de euros) a los 3.579 millones de liras (560 millones de euros). Además, el nivel de recuperación de antiguos impagos se ralentizó, de los 825 millones de liras (129 millones de euros) a los 646 millones de liras (101 millones de euros).

Gracias a las ventas de carteras de estos activos y a un efecto positivo de los tipos de cambio por la mejora de la lira frente al dólar, principalmente, la cuantía se pudo rebajar hasta los 2.642 millones de liras (413 millones de euros), diez veces por encima del importe de los meses de verano, cuando apenas se situó en 281 millones de liras (44 millones de euros).

La entrada de morosos que está padeciendo Garanti y que le está provocando un mayor ritmo de provisiones contra la cuenta de pérdidas y ganancias, es superior incluso a la del cuarto trimestre del ejercicio pasado, cuando el país vivía una auténtica convulsión tras un verano de colapso. Entonces, se tuvo que anotar unas insolvencias de unos 350 millones de euros por el impago y reestructuración del dueño de la principal operadora de telecomunicaciones.

Como consecuencia, la filial de BBVA controla el 12 por ciento de Turk Telekom. En los últimos meses está intentado desprenderse de esta participación tras haber contratado a un banco de inversión, junto a otros bancos.

En los dos primeros trimestres Garanti logró contener el aumento de los créditos dudosos, ya que el ratio había subido solo hasta el 5,7 por ciento. Esta retención fue posible en parte por ventas de carteras. En abril se desprendió de una cartera con un nominal de 365 millones (59 millones de euros), que fue adquirida por Sümer Varlýk Yönetim. Ya en julio, se deshizo de otra de mayor volumen, de 259,9 millones de liras (43 millones de euros) a Gelecek Varlýk Yönetim

A pesar del incremento en los nuevos morosos el banco confía en el buen desempeño en cuanto a resultados y aportación al grupo. Algo que también ven los analistas. Se espera que Garanti y el resto de negocios que tiene la entidad española en Turquía ganen prácticamente el doble de los previsto.

El Economista, España