Aviones en caída libre: solo Lufthansa suspende 23 mil vuelos por coronavirus

Aviones en caída libre: solo Lufthansa suspende 23 mil vuelos por coronavirus

El caso de la aerolínea germana, que ya ofrece vacaciones sin goce de sueldo a sus empleados, refleja el desastre que enfrentan las grandes compañías. Piden ayuda a gobiernos para no quebrar.

La propagación de COVID-19 y la cancelación de vuelos en cascada, primero con Asia y ahora con Italia, hacen temblar al sector del transporte aéreo, que teme quiebras y reclama ayuda a los gobiernos. El primer impacto de la pandemia había sido*en los servicios con países asiáticos, pero luego el epicentro de las cancelaciones se trasladó a Europa,con Italia como cabecera.

Para tener una idea del desastre financiero al que se dirigen los gigantes del negocio aéreo, basta con señalar que la alemana Lufthansa anunció este miércoles 11 de marzo que serán 23 mil los vuelos suspendidos desde fines de febrero y hasta el próximo 24 de abril*, en un cronograma que podría extenderse luego de esa fecha si la pandemia no cede.

Después del anuncio del confinamiento en Italia, España fue esta semana el primer país en anunciar la suspensión de todas las conexiones aéreas con dicho país hasta el 25 de marzo. Por su parte, Air France anunció la suspensión de todos sus vuelos con Italia desde el 14 de marzo al 3 de abril y Ryanair *suspendió todos sus vuelos a la península, al igual que la compañía húngara de bajo costo Wizz Air.

«A causa de las circunstancias excepcionales,» dijo el comunicado de Lufthansa «habrá un programa de vuelos reducido», que se agrega a los 7.100 ya anulados sobre el final del programa invernal (boreal), el 28 de marzo.

Por esta epidemia, el grupo Lufthansa también congelará sus contrataciones y ofrecerá vacaciones sin goce de sueldo a sus empleados.

Para Lufthansa, la baja de servicios representa el 50% de la capacidad de sus vuelos, como consecuencia de «caída drástica de las reservas», atribuida obviamente a la propagación de COVID-19.

Así la epidemia que comenzó en China a finales de diciembre está provocando la crisis más grave para el sector del transporte aéreo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU y la crisis financiera de 2008-2009. *Esta última hizo que el sector cayera en picado para luego volver a crecer, en 2010.

Desde hace más de un mes, las compañías aéreas y los aeropuertos deben hacer frente a la vez a medidas de confinamiento -como en China o Italia-, la prudencia de los turistas que retrasan sus viajes y las cancelaciones en cascada de ferias y de desplazamientos profesionales.

Air France, ha optado por mandar aviones a mantenimiento anticipado o las redistribuye en zonas menos afectadas.

La preocupación es generalizada en el sector, sobre todo porque la temporada del verano (boreal), habitualmente buena para el transporte aéreo, comenzará a principios de abril, ya lastrada por importantes pérdidas de tráfico hacia Asia, sobre todo China, y ahora Italia.

Por su parte, la compañía aérea Iran Air anunció este martes que reanuda sus vuelos a Europa, tras haberlos suspendido durante dos días debido a una decisión supuestamente vinculada a una prohibición a sus aviones en el cielo europeo.

En Europa, el descenso de la asistencia a los aeropuertos fue del 13,5% en los tres primeros meses del año, según ACI Europe, que agrupa a 500 aeropuertos en 46 países.

La compañía aérea de bajo costo Norwegian Air Shuttle canceló unos 3.000 vuelos entre mediados de marzo y mediados de junio. Y en el otro lado del Atlántico, *American Airlines y Delta *cancelarán también decenas de vuelos adicionales para hacer frente a la epidemia.

Southwest, otra de las principales compañías estadounidenses, reducirá de un 20% a un 25% sus vuelos internacionales y de un 10% a un 15% en Estados Unidos y Canadá. Ante este*»choque sin precedentes» *para la industria del transporte aéreo, la ACI pidió al gobierno italiano que aplique medidas de apoyo de emergencia.

Muchas compañías aéreas han pedido a la Comisión Europea una«moratoria» para derogar una regla que exige a los transportistas el uso del 80% de las franjas horarias aéreas asignadas, para poder conservarlas en la temporada siguiente *y así evitar tener que garantizar «vuelos fantasmas», sin pasajeros, para no perderlas. *La comisión indicó este martes que va a «presentar rápidamente» un proyecto de ley en este sentido.

Fuente: Blommberg