Avances con Brasil y sorpresivo mensaje de la ONU por el tema judicial, señales del frente externo
En un inicio de semana marcado por la agenda internacional, el Gobierno logró una fuerte señal para relanzar la relación con Brasil y recibió un inesperado mensaje desde la ONU por la tensión abierta con la Justicia. La cumbre de la CELAC dio el marco para el primer encuentro formal de Lula da Silva, ya en su condición de presidente, y Alberto Fernández. Y una reunión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas fue el ámbito de un informe argentino y de la respuesta posterior.
El presidente argentino recibió al mandatario brasileño en lo que constituye el principal dato político y comercial para la Argentina, en la agenda armado con motivo del encuentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
En cambio, finalmente no voló a Buenos Aires el venezolano Nicolás Maduro. Las invitaciones también habían sido enviadas a Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel. El presidente nicaragüense tampoco viajó. Sí lo hizo el mandatario cubano. Los tres fueron repudiados por la oposición, a raíz de las denuncias por violaciones a los derechos humanos en sus países.
La visita de mayor relieve es sin dudas la de Lula, por el peso gravitante de Brasil en la región y porque acaba de producirse el cambio de autoridades, en medio de graves episodios de violencia por parte de fanatizados partidarios de Jair Bolsonaro.
El principal resultado es la decisión de facilitar y reimpulsar el comercio bilateral, y reavivar el Mercosur. Incluso quedó abierta la perspectiva de algún tipo de moneda en común, que llevará un largo proceso de análisis y negociaciones.
Lula da Silva y Alberto Fernández suscribieron una declaración política, que destacó entre otros puntos el rechazo al lawfare y la necesidad de contar con una Justicia independiente de “intereses económicos, políticos y mediáticos”.
Esto último fue destacado por voceros del oficialismo, en el contexto de la ofensiva sobre la Corte Suprema. Ese planteo fue incluido también como eje del informe que leyó el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, en el referido consejo de la ONU. Fue una presentación de contenido inusual como parte del trámite periódico ante ese organismo.
Tal como se había difundido durante el fin de semana, el funcionario argentino apuntó contra el lawfare, y puso el foco en la Justicia, los medios y la oposición, por lo que el oficialismo califica como “persecución” a Cristina Fernández de Kirchner.
Unas horas después, el organismo de Derechos Humanos de la ONU publicó una serie de mensajes en los que elogia algunas políticas específicas del Gobierno, y le solicita que “asegure la plena independencia del Poder Judicial” y de los fiscales.
