Astori, Fundación Mediterránea: «Coronavirus y la vulnerabilidad regional del sector privado»

Astori, Fundación Mediterránea: «Coronavirus y la vulnerabilidad regional del sector privado»
Por María Pía Astori presidenta de la Fundación Mediterránea

«El consumo energético por sectores de actividad es un indicador temprano del impacto combinado de la crisis mundial y de la cuarentena a propósito de la pandemia. Así, respecto del tramo que va del 1 al 19 de marzo, el consumo energético en el período del 20 de marzo al 13 de abril registró una caída de más de 70 % en la industria automotriz, la metalúrgica, textil y la construcción; en torno al 50 % en el comercio; entre 40% y 20% en la industria de la madera, extracción de minerales, químicos, refinerías y puertos; mientras que sólo se encuentra a tres sectores con merma inferior al 20 %: servicios públicos, alimentos y extracción de hidrocarburos

Considerando el impacto por sectores, su distribución territorial y su participación en el PBG, se construyó un indicador de vulnerabilidad regional, así se tiene entre las provincias más afectadas por la crisis y la cuarentena resultan Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Neuquén y Chubut. Con incidencia algo menor, pero igualmente muy significativa, se tiene La Pampa, Corrientes, Santiago del Estero, Salta, Tierra del Fuego y Rio Negro. El análisis de vulnerabilidad se concentró en el sector privado, quedando excluido de los cálculos el sector público, la administración, enseñanza y salud

Mientras más larga sea la cuarentena, mayor será la caída de ingresos, por lo cual no sólo se irán complicando los pagos (salarios, impuestos, etc.), sino además pueden cerrar varios negocios. Como no es fácil volver a recuperarlos, es vital evitar su quiebra. Inicialmente el gobierno nacional ha salido en su auxilio. Pero sus medidas no son sostenibles en el tiempo porque, al no contar con ahorros ni financiamiento, recurre a la emisión monetaria, con su correspondiente mayor inflación. Por ello, surge el planteo de cómo flexibilizar la cuarentena, minimizando los riesgos de esta epidemia. En este sentido, están surgiendo propuestas, que sería interesante analizar.

Por ej., Paul Romer, premio nobel de economía, ha delineado pautas simples para controlar el contagio, tratando de mantener activo el sector productivo».