Amperion: «Es muy difícil producir un auto argentino en un entorno peronista»

Amperion: «Es muy difícil producir un auto argentino en un entorno peronista»

Carlos Ptaschne sigue con el objetivo de avanzar con la producción del Rastrojero eléctrico. A pesar de las dificultades, tiene nuevos proyectos en carpeta.

Carlos Ptaschne se hizo conocido en 2017 cuando hizo público el proyecto de fabricar un  Rastrojero eléctrico. Luego de algunos avances, el status de la nueva pick-up nacional atravesó distintos problemas y se barajó el traslado de la producción a China y Brasil

Tras no poder avanzar localmente, y con una reversión del rastrojero pensada para Brasil, Ptaschne vuelve a la carga con la intención de avanzar con su utilitario pero también con otros dos vehículos más. Entrevista y diálogo completo se reproduce a continuación.

-¿Cuál es la actualidad de Amperion?

EL proyecto continua y no vamos a bajar los brazos. Seguimos dando pasos cortos y luchando. Arrancamos con una idea grande, muy ambiciosa, que en esa época tenia cierta coherencia, una necesidad de una inversión muy fuerte y también un compromiso político que no llegó. Significó un riesgo muy grande, algo que obviamente no interesó a los inversores, por eso surgió la necesidad de buscar un producto más barato y así minimizar el riesgo.

-¿Qué han estado haciendo en este último tempo?

Fuimos bajando la “ambición” a medida que el país siguió cayendo. Seguimos ajustando el plan de negocios para llegar a un producto mínimo viable, mejoramos y conceptualizamos un vehículo nuevo con la necesidad de experimentación técnica previa. El tema eléctrico no es sencillo. A esto se suma también la necesidad de cierto aprendizaje y también un buen desarrollo de proveedores. Lo importante es que se incorporó gente al equipo, se sumaron nuevos proveedores y siempre intentamos ir adelante.

-¿Y qué pasó con la posibilidad de producir en Brasil y el Proyecto Tapir?

Todo sigue en pie. Brasil nos da muchas posibilidades: ofrecen financiación, el lugar donde elijamos instalarnos y la planta y los fondos prácticamente nos lo regalan. Le presentamos dos proyectos: uno fue Tapir, que no les gustó, y a fin del año pasado le presentamos el concepto del Hurón, que gustó mucho y en el cual estamos trabajando. El Hurón es un vehículo de mayor complejidad técnica que lleva una estructura casi de carrera y necesitamos entre 2 y 3 millones de dólares para terminar con el prototipo y validarlo. Desde Brasil nos dijeron «hagan el prototipo, lo validamos y lo fabricamos acá». Estuvimos hablando con posibles inversores pero todavía no tenemos nada confirmado. Con esta dificultad decidimos hacer algo más barato: el «Proyecto H» y apuntaremos todo ahí. Ya lo verán.

-¿Qué nos puede contar del Proyecto H?

Fue inspirado en el Radio Flyer (ver foto debajo) y la idea es utilizar ese concepto basado en la simpleza. En concreto, estamos en la etapa de pruebas y por ahora no puedo mostrar nada. El objetivo es presentarlo en Agroactiva 2023. El prototipado será en Buenos Aires. Vamos bien. 

-¿El Proyecto H anuló al Proyecto Rastrojero?

No, el sueño del Rastrojero eléctrico sigue vigente pero lamentablemente hay mucha política en el medio y los peronistas creen que el Rastrojero es de ellos. La historia muestra que no. El Rastrojero es argentino, es de todos… yo lo amo profundamente y los argentinos le debemos un homenaje. Sin política de por medio. Este Proyecto H nos dará las bases para hacer la micro pick-up que tanto soñamos. Hay que recorrer el camino, no hay otra.

-¿La idea es entonces avanzar con su producción?

Sí, pero todavía no sabemos en dónde lo vamos a producir. Una posibilidad es que haya una versión argentina y otra brasilera, pero está todo por explorar. El Proyecto es fabricar una pick-up reflotando la fórmula de producto y el espíritu del Rastrojero. Por eso no va a tener mucha cantidad de problemas: las pick-up eléctricas son más complicadas que las nafteras, tienen 15.000 piezas. La nuestra va a tener solamente 100. Por otro lado, no queremos ser productores masivos, será un producto de nicho dentro de la categoría de movilidad productiva.

-¿Cómo piensa lograr eso?

Vamos a usar una transmisión, motor y baterías que tengan más rusticidad. El nuestro es un vehículo pensado y concebido desde otra manera. Estamos pensando en el agro y que realice actividades de ayuda a la cosecha. Será un vehículo que entrará en la categoría L7B.

-¿Nunca pensó en importar algún modelo de pick-up y adaptarla?

No, pero obtuvimos la representación de una marca de pick-up chinas Pickman con el objetivo de acelerar la introducción de vehículos eléctricos utilitarios en la región. Jamás como reemplazo del Rastrojero. Pero las cosas en China son muy distintas a lo que la gente se imagina, hay industrias serias y otras no tanto. Hay muchas marcas que venden por Alibaba vehículos genéricos baratos que no tienen desarrollo técnico, son improvisadas en muchos aspectos, no están hechos a conciencia (todavía). En cuanto a Pickman, supera al estándar chino, empezamos a hablar con ellos hace 5 años, le explicamos qué se debería mejorar técnicamente para vender el producto en más países y para mi sorpresa me escucharon: adaptaron nuestras sugerencias a una velocidad increíble y la lanzaron en Ecuador y Estados Unidos pero luego la empresa quebró con la pandemia. Actualmente se hizo cargo otra empresa carrocera y reflotó la marca. Intentamos hacer algo, pero no dieron los números, además de los líos y dificultades que tenemos para la importación. 

-Justamente hace poco, Pablo Naya, de Sero Electric, comentó que ante la dificultad de importación está pensando irse a Brasil. ¿Qué piensa al respecto?

Coincido. Acá te sacan el entusiasmo. No es que yo pretendo que el estado me regale dinero. Cuando hay un negocio bueno la plata aparece. Lo que importa es la previsibilidad, que me aseguren la visión a mediano plazo y beneficios impositivos entre otras cosas.

-A iguales condiciones entre Brasil y Argentina, ¿en dónde preferiría producir?

La idea es hacer investigación y desarrollo argentino que es de primer nivel y producir en el lugar donde más convenga y donde menos problema tengamos, donde haya políticas claras, previsibilidad y con poca incidencia de los gremios: trabajar con los gremios no es viable. Brasil tienen un mandato de convertirse lo antes posible a lo eléctrico. Les gustó lo que le mostramos a pesar de que el Proyecto Tapir no prosperó. Acá ni me atendieron.

-¿Qué problemas tiene actualmente?

El problema principal es que no me dejan importar una transmisión buena. Yo me comprometo a fabricar la misma pieza completamente local en cinco años, pero déjenme empezar. Quieren el sueño nacional, lo hacemos, pero déjenme despegar. Si yo pudiera traer la transmisión a un costo razonable, podría bajar el costo final del vehículo a 10.000 o 12.000 dólares. Poder pagar 0% de arancel de ciertas partes. Menos impuestos… tienen que estimular. No es plata, es política.

-Para tener de referencia, ¿Es similar a Tita, la pick-up de Coradir?

Es el mismo concepto de micro pick-up, pero muy superior.

-¿Qué opinión le merece Coradir?

Es una empresa que quiere innovar. Y me parece bien. Buscamos lo mismo. Soñamos igual. La Tita es un comienzo.. pero no es un producto de concepción argentina y es un esquema SKD: significa que vienen partes de china en contenedores y acá las ensamblan. No esta mal pero Coradir tiene beneficios impositivos. Entiendo que tiene mucha ayuda del estado. Pero esta bien, es un buen comienzo.

-¿Se compraría un Tito o una Tita?

No la probé aún. 

-¿Cómo su pick-up será más segura que Tita?

Tita está bastante improvisado en lo técnico, es una realidad. La nuestra tendrá una estructura interna antivuelco muy bien desarrollada y el chasis está pensado para tener fusibles de absorción de choques. Vamos a hacerlo a conciencia, con buena ingeniería, estudiaremos y ensayaremos todo lo necesario para ofrecer un buen producto. Será un vehículo con mucho torque y analizaremos el tema de la velocidad máxima. Tenemos mucho que aprender e investigar.

-Habló de la velocidad, ¿Qué opina de que un auto de estas características supere los 50 km/h

No está bien que los supere. Lo que sería interesante es expandir la categoría a una L7C para que haya otras opciones.

-¿Por qué alguien se compraría su pick-up antes que, por ejemplo, una Hilux?

Una Toyota no es “productiva”. Los kilómetros que le hagas no se traducen en dinero en el bolsillo. Un vehículo como el que proponemos tiene un costo operativo muy bajo y sin roturas, y el objetivo es que se pueda pagar de una manera fácil. El espíritu es otro. Buscamos que lleve plata a la casa a la noche como el viejo Rastrojero. Las pick-up cuestan fortuna mantenerlas y son máquinas de sacarte dinero: son divinas pero cada vez más grandes. Por otro lado, las monocasco no son más que autos que andan un poco en el barro. El costo que pensamos para nuestra micro pick-up es entre 14.000 y 16.000 dólares. Mucho dependerá de las producción de baterías argentinas.

-¿Alguna vez se le acercó alguien de alguna automotriz local?

Tuvimos “simpatía”. He hablado con directores con las grandes marcas y no tenían idea de lo que es un auto eléctrico. Ahora recién están empezando a entenderlo. Cuando yo empecé nadie sabía nada.

-¿Dónde piensa que se equivocó?

No entiendo como con un proyecto tan serio y estructurado como el que hicimos, no hayamos recibido una llamada por parte del Gobierno.

-¿Cuán difícil es entonces fabricar un auto argentino?

Muy difícil en un entorno peronista. Ahora, en el aspecto técnico es posible pero políticamente no. Esperamos ver quién gobernará próximamente. ¡No bajo los brazos!

Las distintas versiones de Radio Flyer, la inspiración de Ptaschne.

Fuente: Inside EVs