Altas tasas en pesos ya no tientan el carry-trade

Más allá de que la última corrida cambiaria dejó como saldo mayores tasas y un tipo de cambio más elevado, dicho nuevo equilibrio no está logrando reavivar el apetito por el ¨carry-trade¨, toda vez que los inversores estiman que podría ser tan sólo de carácter transitorio.

El temblor cambiario, que hizo vivir jornadas de extrema volatilidad y confusión a los operadores al ritmo de las erráticas estrategias del BCRA, finalmente derivó en elevadísimas tasas en pesos de corto plazo del 40% en Lebacs, donde además se evalúan canjes voluntarios.

Asimismo, el organismo monetario finalmente dejó desplazarse con libertad al dólar mayorista hasta los $ 25, nivel en el que una ¨muralla¨ con un ¨mega offer¨ de U$S 5.000 millones a diario recuerda a los operadores desde temprano que sigue vigilando la operatoria de cerca.

Aún con dicho ¨seguro de cambio¨ – al menos de corto plazo hasta que se cierre el acuerdo con el FMI – y los desorbitantes rendimientos que implicarían tasas reales en pesos cómodamente por encima del 10%, éstos no resultan suficientes para tentar demasiado a los inversores.

Ocurre que las heridas que vienen sufriendo los ¨carry-traders¨ desde fines de año, que se acentuaron severamente durante la corrida cambiaria, están lejos de cicatrizar y así es que los operadores han perdido confianza y sensibilidad respecto a las tasas de interés en pesos.

Mucha más atención despierta – aún en esta etapa de paréntesis hasta el FMI – el escenario cambiario, el cual confirmó en la última escapada lo rápido y duramente que puede evaporar la tasa en pesos mensual del ~3% – cada vez que se despierta y activa un salto en la divisa.

Esto se debe a que la demanda continúa firme, y sólo respeta por el momento la ¨muralla¨ del $ 25, la cual deberá actualizarse con mayor frecuencia a fin de evitar saltos discrecionales y más abruptos en el futuro, una vez que se puedan mitigar los efectos del ¨pass-through¨.

En vista a dicho escenario, el cual no se considera de equilibrio sustentable sino tan sólo una pausa a la espera de evaluar las futuras políticas económicas, es que los inversores se han inclinado por rebalancear de manera más decidida hacia la dolarización sus carteras.

Ello se debe también a que el desarme de posiciones sobre los emergentes ante la apreciación global del dólar y la suba de tasas en EE.UU, y en Argentina en particular al evidenciar un ¨underperformance¨, dejó mayores rendimientos implícitos en los títulos públicos y privados.

Fuente: Ámbito Financiero