Advertencias y búsqueda de acuerdos: la inflación marca buena parte del temario del Gobierno

Advertencias y búsqueda de acuerdos: la inflación marca buena parte del temario del Gobierno

El Gobierno encara esta semana con un objetivo central: empezar a contener la escalada de la inflación, que en diciembre encendió alarmas y que el jueves sumará la cifra del INDEC sobre enero. Es el único tema que compite dentro del oficialismo con la preocupación por los contratiempos que acumula la campaña de vacunación contra el coronavirus. Por lo pronto, Alberto Fernández busca sentar las bases de un acuerdo con empresarios y gremios, pero a la vez deja advertencias duras hacia los sectores agropecuarios con lectura en el resto del mundo económico.

Las encuestas que consumen regularmente el Gobierno y la política en general vienen advirtiendo sobre la marcha de la economía -con la inflación al tope- como principal preocupación social. El fin de semana trascendió un sondeo de Aresco, tradicionalmente consultada por el peronismo, que coloca la economía en el primer renglón, seguida por la corrupción, la pandemia y la inseguridad. Algo similar registró el último trabajo de la consultora Management & Fit, que mostró el rubro económico en primer lugar sumando inflación, empleo y pobreza.

El Gobierno se planteó como objetivo tratar de moderar precios y salarios, en base a compromisos de alineamiento con las cifras del Presupuesto 2021, es decir, alrededor del 29%. Y con esa perspectiva, decidió convocar a jefes sindicales y representantes de organizaciones empresariales. La cita con los gremios -que viene muy conversada para ampliar la mesa que tendrá como referencia a la CGT- está prevista para el miércoles. Y el encuentro con los empresarios, en principio, para el jueves, sujeto a conversaciones todavía en curso.

Voceros del Gobierno se encargaron de aclarar que no se pretende un acuerdo inmediato, sino comenzar a generar compromisos para trasladarlos en la práctica a mesas sectoriales, algo con eco de la gestión macrista. Las primeras reuniones serán encabezadas por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros Martín Guzmán y Claudio Moroni.

Los dirigentes sindicales adelantaron que no tomarán compromisos de techo a las paritarias, aunque buscarán acompañar al Gobierno, con la expectativa de que los ingresos de este año superen aunque sea por poco a la inflación registrada por el INDEC. Es un desafío, cuando las perspectivas de las consultoras privadas se ubican por encima del 40% y en algunos casos cerca de los 50 puntos porcentuales.

El Presidente expresó púbicamente su satisfacción por el acuerdo de los bancarios, que incluyó la cifra del 29% además de una pequeña recomposición adeudada del año pasado. En rigor, y clausurada la posibilidad de la cláusula gatillo, la paritaria incluye dos revisiones en el último cuatrimestre si la inflación supera lo previsto. Se verá en septiembre y en noviembre.

En paralelo, Alberto Fernández envió un mensaje muy fuerte durante el fin de semana. Dijo que podría apelar a un aumento de las retenciones o a cupos para las exportaciones de productos agropecuarios. Advirtió que lo haría para evitar el traslado de precios del mercado externo a los alimentos locales, argumento que rechazan las entidades del sector y ya generan un nuevo pico de tensión.

En el inicio de la semana volvería a reunirse la Mesa de Enlace y seguramente se pronunciará sobre la advertencia de Alberto Fernández, anticipada por funcionarios y cuestionada por la oposición. El mensaje presidencial es registrado por otros sectores de la economía, que esperan que la política en este terreno abandone ese tipo de presiones y a la vez exprese señales macroeconómicas concretas.