Advertencia de EE.UU. por la creciente presencia de China y Rusia en la región

Antes de su gira por América Latina, Tillerson los calificó de «poderes imperiales» que amenazan la soberanía del hemisferio; el viaje se centrará en la crisis venezolana.
Antes de iniciar una gira por América Latina con la mira puesta en la crisis en Venezuela, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, lanzó una fuerte advertencia por la creciente presencia en la región de China y Rusia, dos rivales a los que tildó de «poderes imperiales» que amenazan la soberanía de los países del hemisferio y no comparten sus valores.
«América Latina no necesita nuevos poderes imperiales que solo buscan beneficiar a su propio pueblo. El modelo de desarrollo de China, liderado por el Estado, es una reminiscencia del pasado. No tiene que ser el futuro de este hemisferio», indicó Tillerson, en un discurso en la Universidad de Texas, en Austin. «La creciente presencia de Rusia en la región también es alarmante», agregó.
La advertencia de Tillerson llegó antes de su viaje por México, la Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, en el cual intentará reforzar los lazos con Washington justo cuando Donald Trump y su política proteccionista han abierto varios focos de conflicto y derrumbaron la imagen de Estados Unidos. Al mismo tiempo, Rusia y China ensanchan su huella en la región y estrechan su vínculo con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Tillerson puso a Estados Unidos en la otra vereda, como un socio alineado con los valores y la cultura de la región y «ansioso por crear relaciones aún más profundas».
La situación en Venezuela será un tema excluyente de la gira. Estados Unidos, prometió el secretario de Estado, mantendrá la presión para conseguir el regreso de la democracia. Maduro, insistió, debe llamar a elecciones y dar un paso al costado si así lo dictamina el pueblo venezolano.
«Maduro podría simplemente elegir irse», dijo, tras cerrar su discurso, en la tanda de preguntas y respuestas. «Si la cocina se calienta demasiado para él, estoy seguro de que tiene algunos amigos en Cuba que le pueden dar una linda hacienda sobre la playa, y él puede tener una vida agradable allá», agregó.
La ofensiva contra China y Rusia fue lo más destacado del mensaje. Atento a las seductoras promesas de inversiones que Pekín lleva a muchos países, Tillerson alertó sobre «posibles actores depredadores» que ofrecen «un camino atractivo para el desarrollo» que puede conllevar ganancias de corto plazo a cambio de «una dependencia de largo plazo».
«El modelo de China extrae recursos preciosos para alimentar su propia economía, a menudo sin tener en cuenta las leyes de la tierra o los derechos humanos», indicó el ex CEO de ExxonMobil.
Además de cargar contra China, Tillerson también acusó al gobierno de Vladimir Putin de vender armas y equipos militares a «regímenes hostiles que no comparten ni respetan los valores democráticos», léase Cuba y Venezuela.
El funcionario viajó anoche a México, mañana irá a Bariloche, donde andará a caballo, y se reunirá después en Buenos Aires con el presidente Mauricio Macri, que, justamente, regresó hace poco de un viaje a Moscú donde se reunió con Putin para conseguir más inversiones y un mayor vínculo comercial.
Macri y varios de sus funcionarios han viajado a Washington con el mismo fin, pero encontraron fuertes dificultades para sacarle concesiones comerciales significativas al gobierno de Trump, que elevó las tarifas al biodiésel argentino y podría aplicar trabas a las compras de acero y el aluminio. Tillerson, con todo, elogió el desempeño de la economía argentina y las reformas de Macri.
«En este año de las Américas, Estados Unidos continuará siendo el socio más firme, fuerte y duradero del hemisferio occidental», cerró Tillerson.
Se aleja shannon
El éxodo que sufre el Departamento de Estado desde que asumió Donald Trump alcanzó a uno de los diplomáticos que mejor conocen América Latina: Tom Shannon, un histórico con una trayectoria de casi 35 años, que anunció su retiro ayer. Shannon, que trabajó para seis presidentes y 10 secretarios de Estado, era el número tres del Departamento de Estado.
FUENTE: La Nación