A pesar de las advertencias, el BCRA mantendría la tasa sin cambios

A pesar de las advertencias, el BCRA mantendría la tasa sin cambios

El próximo martes se reúne la mesa chica de Banco Central de la República Argentina pero, a pesar de las advertencias sobre una suba si la inflación no cede, no se esperan cambios.

La semana pasada, el titular del ente monetario, Federico Sturzenegger, advirtió que el BCRA incrementará la tasa de Política Monetaria si a partir de mayo la inflación no desciende de manera significativa para poder alcanzar la meta de un incremento de los precios del 15 por ciento para todo el año.

En la reunión del próximo martes, el BCRA volverá volverá a hacer hincapié en este
comunicado pero, en la práctica, no tomará decisiones inmediatamente

“A tono con el IPOM, pienso que el Banco Central va a mantener la tasa de referencia, va a seguir con su postura de ‘wait and see’ a la espera de los números de inflación de mayo”, afirmó a BAE el economista Federico Furiase, director de Eco Go.

Por su parte, la compañía Consultatio, del gurú Eduardo Costantini, destacó en su último informe que “la apuesta oficial es dejar pasar dos meses con tipo de cambio estable y la tasa real de interés en pesos se va a recomponer sola. Si el escenario del BCRA se materializa, la amenaza de subir tasas no sólo no se concretará, sino que quedaría mucho más cerca de poder comenzar a bajarlas”.

“Creemos que el BCRA no reanudará su ciclo de relajación de tasas a fines de mayo, y probablemente lo haga en algún lugar a mediados de año a la espera de mejores datos de inflación”, acotan a El Economista desde Banco Mariva.

Finalmente, según el economista jefe de Radar Consultora, Martín Alfie, si el Banco Central cumple su amenaza de subir la tasa, complicaría el financiamiento del Tesoro en el mercado local, y si no la cumple, quedaría desacreditado.

Ante este escenario, surge el interrogante: ¿cuál es el nivel de inflación del mes de mayo que impediría una suba de tasas de interés por parte del Banco Central?

FUENTE: BAE y El Economista