Alberto Fernández anuncia más medidas en busca de mejorar las cuentas fiscales.

Alberto Fernández anuncia más medidas en busca de mejorar las cuentas fiscales.

Confirmó una suba de retenciones a la soja y el envío de la ley de hidrocarburos. También avanzará en sanciones a la pesca ilegal y mayor control sobre precios.

La reforma judicial y la legalización del aborto acapararon la atención

El presidente Alberto Fernández inauguró el 138 período de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional con un discurso en el que evitó confrontar con la oposición, destacó lo realizado en sus «81 días» de gobierno, se centró en la reestructuración de la deuda y anunció el envío de un proyecto de ley de legalización del aborto y otro referido a la reforma de la justicia federal.

Los primeros invitados en llegar al Palacio del Parlamento fueron el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y los intendentes Juan Zabaleta, de Hurlingham; Mariano Cascallares, de Almirante Brown; y Fernando Espinoza, de La Matanza. Pasadas las 9.30, en otro de los palcos del primer piso se acomodó Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Enfrente estaban el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, y el secretario general de la CGT, Héctor Daer, entre otros sindicalistas.

En el recinto, la diputada salteña del Frente de Todos Lia Caliva repartía pañuelos verdes entre sus compañeros de bancada; y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; conversaban con la vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco; que estaba sentada al lado del titular del Alto Tribunal, Carlos Rosenkrantz. Desde arriba la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el conductor televisivo Marcelo Tinelli y el titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja; seguían la llegada de todos los ministros, a excepción del canciller Felipe Solá, que estaba de viaje en Uruguay para asistir a la asunción de presidente de ese país, Luis Lacalle Pou.
Tras la apertura formal de las sesiones ordinarias, a cargo de la vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernández; a las 12 en punto, el jefe de Estado ingresó al hemiciclo y sonaron los aplausos. «íAlberto presidente, Alberto presidente!», coreaban los legisladores más entusiastas. Después de un breve raconto con cifras de la Economía para dar cuenta de la actual situación del país, el mandatario se avocó a repasar las medidas en materia económica tomadas en estos casi tres meses de gestión. Apenas repartió algunas críticas al gobierno de Mauricio Macri, quien se ausentó, a diferencia de Carlos Menem, el único ex mandatario invitado que estuvo presente. Eduardo Duhalde se excusó por estar de viaje.

«La lucha contra el hambre es nuestra prioridad. Porque comer no puede ser un privilegio», sentenció el presidente para destacar de inmediato el Plan de Argentina contra el Hambre. No sólo se llevó la ovación de la bancada oficialista y de los palcos, sino también algunos aplausos de la oposición. Por el contrario, en el interbloque de Juntos por el Cambio primó el silencio cuando Fernández se refirió a la revisión de la deuda que contrajo su antecesor. «Debemos saber lo que pasó, quienes permitieron que ello suceda y quienes se beneficiaron con esas prácticas. Necesitamos no hacernos los distraídos ante lo ocurrido porque el riesgo que acarrea tal distracción es la concreción de un daño inmenso que deberían soportar varias generaciones de argentinos», apuntó el mandatario. Y agregó: «Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso».

A los largo de su discurso,que duró una hora y veinte minutos, el presidente agradeció al Papa Francisco y mencionó las figuras de Raúl Alfonsín, Manuel Belgrano, Néstor Kirchner y Juan Domingo Perón. Casi sin anuncios económicos ni referencia alguna al envío de un proyecto de Presupuesto, logró cosechar elogios en el oficialismo como en la oposición cuando adelantó que en «los próximo diez días» enviará al Congreso un proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. El anuncio hizo saltar a varias legisladoras y funcionarias de sus asientos y otras tantas dejaron correr las lágrimas. Hasta algunos gremialistas -más ajenos al debate- se animaron a celebrar la noticia.

Otro de los ejes de su exposición que fue festejado se basó en el terreno judicial. Además de reiterar que propondrá una reforma de la justicia federal, Fernández sostuvo que ordenará a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) desclasificar testimonios de agentes de ese organismo referidos al atentado a la AMIA y, a través de un DNU, modificará «la Ley de Inteligencia impidiendo a los organismos de inteligencia realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia».

Fuente: BAE