3 nuevas maneras de tomar un Spritz

El cóctel va más allá del horario del aperitivo y conquista brunchs, teanners y barras de sushi

¿Ya probaste la dupla brunch-Spritz?

Uno de los primeros reductos porteños en servir brunch fue Malvón (Serrano 789), allá por la época en la que esta «comida acrónima» de desayuno/almuerzo todavía era desconocida en Buenos Aires. También fue pionero en hacerlo más allá de los fines de semana y de los confines de Palermo. Un espacio descontracturado en Villa Crespo con estética de casa de la abuela: detalles vintage y generosos sabores caseros, con patio. Su fuerte es la panadería artesanal de corte no tradicional (con muffins de harina de maíz). Sábados, domingos y feriados, las opciones para brunchear se mutiplican, desde huevos escalfados sobre english muffin con lomito ahumado, panceta crocante, salsa holandesa, batatas fritas y verdes a una ensalada niçoise de langostinos salteados más papines, chauchas, aceitunas, tomates cherry, huevo poche, verdes y dressing de hierbas. Además de los toques franceses, hay clásicos de Nueva York como unos huevos revueltos con salmón cocido y ahumado a las brasas sobre popover, más papa rosti con cream cheese y palta.
Un lugar para un brunch con panes de masa madre y small plates con diferentes sabores del mundo es Salvaje Bakery (Dorrego 1829). A pasos del Mercado de Pulgas, en esta panadería rebelde y gourmet no se usa levadura y se escucha buena música. La panera salvaje viene con 3 platillos que pueden elegirse entre bondiola braseada, roast beef, tabulé, calabazas asadas, queso de girasol, baba ganoush y las creaciones que esa mañana, junto al pan de cada día, improvise el chef-panadero desde los recuerdos de sus viajes. El brunch se sirve todo el día y todos los días, lo mejor es ir los jueves para aprovechar la promo #temporadaspritz: pedís un Aperol, te llevas la copa típica del aperitivo.

Salvaje
Salvaje.

También funciona para teanner y briner

Pani
Pani.

En 2012, Pani Trotta introdujo una propuesta gastronómica de té+cena para tomar desde las 17.00 en adelante. «La idea es generar un mix entre una buena merienda para los que salen tarde de trabajar, más una cena para aquellos que comen temprano y les gusta irse a dormir con la panza no tan llena. Es comer como un duque pero más tempranito». La opción veggie de Pani (Vicente López 2056) trae mini waffle de papa con calabazas asadas más espinacas y cebollitas caramelizadas; milanesa de quinoa con queso, tomates secos, rúcula y mayonesa de zanahoria; scons de queso, guacamole, brie; bastoncitos de polenta; mini ensala; yogurt y frutas frescas. El combo King incluye scons dulces, salmón ahumado, lomito de cerdo y cheesecake bien argento con dulce de batata, dulce de leche y Vauquita.
Entre los ejecutivos, una nueva costumbre es briner o cenar el desayuno. Un snack de la tarde que se compone de salados, panadería y pastelería con sabores que quedan muy bien con un cóctel, en lugar de cafetería. Las tostadas con palta son un hit de esta tendencia gastronómica, y en Mooi (Av. del Libertador 3883) sirven una Avocado Toast en pan negro muy bien dotada, con huevo poché y picante de la casa. De los dulces, una porción de key lime pie con granola casera. O la famosa carrot cake de Jessica Lekerman con cobertura de chocolate blanco. Genial para una tarde al aire libre en el renovadísimo Paseo de La Infanta y a metros del rosedal.

MOOI
MOOI.

Con el sushi bar

Quinto
Quinto.

Entre los sabores del verano, llega la sashimi salad con pescado blanco, pepino, rabanito, daikon, dill, menta, cilantro, maní tostado y vinagreta de aceite de sésamo. Una barra mira al exterior, a todo lo que sucede en la calle. La otra nace de la mesada de la cocina y se extiende hacia el salón, donde también hay mesas redondas y otras comunitarias. La entrada más pedida de El Quinto (Av. del Libertador 6248) se come con la mano y se envuelve como un regalo en una hoja de lechuga gigante que también hay que rellenar con brotes y aromáticas. Una frescura que se acompaña con el delicioso balance de sal, picante y dulce de la salsa vietnamita. De las tablas, lo mejor es pedir el mix para combinar purísimos sashimis con makis clásicos y Okinawa, unos rolls de cerdo al miso envueltos en mango con azúcar flambeado, crocante de verdeo y salsa togarayi. En las afueras del barrio chino, en esta zona del Bajo Belgrano que se repone, aprovechá a ir los jueves que está la promo #temporadaspritz.
Desde su nikkei bar, Fabric (Costa Rica 600) despacha excelentes ceviches, como el norteño, con pescado blanco en su jugo; o el nuevo huancaíno, de atún rojo. El especial trae langostinos, pulpo y salmón. ¿Lo último? Tartar de río. Para las fusiones más creativas, tiradito chilli jam de salmón con mermelada de ajíes, lemon grass y crocante de coco, sashimi de salmón flambleado, niguiri de pescado blanco con parmesano fundido y aceite de trufas. ¿Lo mejor? Pedir un Spritz y un combinado Japo con 5 makis, 5 rolls tradicionales, 2 niguiris o 2 sashimis a elección.

Fabric