Espía ruso envenenado: Theresa May pide explicaciones a Rusia

La primera ministra británica, Theresa May, aseguró este lunes que es «altamente probable» que Rusia sea responsable del ataque con gas nervioso contra el exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury, por lo que exigió al Gobierno ruso que «dé explicaciones» antes del miércoles.
“Solo hay, pues, dos explicaciones posibles para lo que pasó en Salisbury el 4 de marzo”, ha añadido May. “O bien fue una acción directa del Estado ruso contra nuestro país. O el Gobierno ruso ha perdido el control de este agente nervioso de efectos potencialmente catastróficos y ha permitido que llegue a manos de otros”. “Si la respuesta no es creíble, Gran Bretaña va a considerar acciones equivalentes al uso de la fuerza por el Estado ruso en territorio británico”, dijo la primera ministra ante los diputados.
May exigió a Rusia que explique cómo un arma química de” grado militar” puede ser usada en Wilshire. Para ella hay dos posibilidades: “O es una acción directa del gobierno” ruso o “el gobierno permitió que cayera en otras manos, perdiendo control”. Cuando tengan esa respuesta el miércoles, que es el ultimátum dado a Rusia, la primera ministra regresará a los Comunes para actuar en consecuencia.
La sustancia utilizada en el ataque, ha informado la primera ministra, ha sido identificada por los expertos del laboratorio británico Porton Down como parte de los agentes nerviosos conocidos como Novichok. “Rusia los ha producido en el pasado y entendemos que sigue siendo capaz de producirlos”, ha dicho May.
Skripal, exespía ruso que se convirtió en agente doble al servicio del MI6 —inteligencia británica—, fue detenido y condenado en Rusia a mediados de la década pasada. Tras su liberación en 2010 en un intercambio de espías, recibió refugio en Reino Unido y se instaló en Salisbury. Allí, Skripal y su hija Yulia, de 33 años, que había venido a visitarlo desde Rusia, sufrieron un ataque con un gas nervioso durante una salida al centro de la ciudad para comer en un restaurante. Ambos continúan ingresados en el hospital en estado crítico.
Un «espectáculo circense». Por su parte, Rusia reaccionó calificando de «espectáculo circense» las acusaciones vertidas por la primera ministra británica. «Esto es un espectáculo circense en el Parlamento británico. Las conclusiones son claras: una nueva campaña de propaganda informativa basada en provocaciones», dijo María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa.
Fuente: El País / Foto Archivo DW