Reclamo de las Pymes por alto costo tributario en el país

Las cooperativas de crédito, ese sector silencioso de la economía que opera como rueda de auxilio de las Pequeñas y Medianas Empresas de todo el país, analiza y cuestiona  desde hace años el alto costo tributario que deben afrontar las Pymes para recibir asistencia financiera sin generar demasiado impacto en las actividades productivas y comerciales de la Argentina.
Las Pymes, ese declamado sector de la economía, generador de miles de puestos de trabajo, recurren habitualmente a las cooperativas para financiar parte de sus actividades, aunque no descartan otros tipos de financiamiento, como los bancos, algún fideicomiso o, naturalmente, el uso de capital propio.
Pero, las principales dificultades están orientadas específicamente a la duplicidad impositiva en relación con los Débitos y Créditos bancarios o, en términos más sencillos, el ´impuesto al cheque´.
Fausto Spotorno, Director del Centro de Estudios Económicos del Estudio Orlando Ferreres & Asociados,  explicó que “el problema es que pagan dos veces el impuesto al cheque”, lo cual “es injusto e inequitativo” en relación con el resto del sistema financiero.
En términos técnicos, el economista puntualizó que “las operaciones del sector soportan una doble tributación en el impuesto, que es abonado tanto por la Cooperativa en su cuenta bancaria como por la Pyme en la suya, inequidad tributaria que genera un incremento del costo financiero total para el asociado”.
“Si una Pyme realiza una operación crediticia de descuento de un cheque en una cooperativa de crédito y los fondos son transferidos a su cuenta corriente en un banco, la operatoria tributará el 1,2% por el depósito del cheque y pasará a formar parte del costo de la operación”, prosiguió.
“Luego –agregó- tributará nuevamente el 1,2% cuando los fondos se acrediten y se debiten de su cuenta corriente. Si se realiza la misma operación en un banco tributará sólo una vez ya que las normas actuales establecen la exención para el banco y el pago del gravamen para el usuario”.
“Con un decreto presidencial se podría resolver y eximir el pago doble, aunque es mejor si sale por ley”, resumió Spotorno, y aseguró que esa modificación tributaria “prácticamente no tendría impacto” para las arcas del Estado. “Son 90 millones de pesos por año que se recuperan cuando se incrementa la actividad”, sugirió.
Las cooperativas de crédito son organizaciones cuya actividad específica radica en el otorgamiento de asistencia financiera a las Pymes asociadas a partir de fondos provenientes de diversas fuentes del mercado.
Contribuyen además a la formalización y bancarización de la economía, y se constituyen en una alternativa para empresas y personas que –pese a ser cliente de distintas entidades bancarias- requiere de un servicio dinámico.
La operatoria habitual de las cooperativas está orientada a otorgar préstamos personales y a Pymes. Y el descuento de cheques de pago diferido es una de las opciones crediticias típicas que utiliza el comercio y la industria, y permite transformar rápidamente ese instrumento en recursos líquidos.
Además, enfocan su accionar en las necesidades de las Pymes y procuran encontrar soluciones para financiar sus actividades aún en los tiempos de crisis, para lo cual, al análisis de riesgo económico-financiero, se agrega una pata basada en el conocimiento interpersonal y de negocios concretos.
En síntesis, buscan conseguir herramientas que permitan ofrecer financiamiento rápido, flexible, de confianza y cercanía. Aunque, a veces, más caro que el sistema bancario tradicional. Y un poco más caro si se contemplan la doble imposición sobre los cheques.
La lucha que llevan las Pymes desde hace años apunta a modificar la situación y evitar la doble imposición. O, eventualmente, impulsar alternativas viables que permitan financiar la actividad comercial  e industrial por medio de las 51 Asociaciones Cooperativas que agrupan a miles y miles de beneficiarios en todo el país.
El Gerente de la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito, Alberto Bavestrello, explicó que, desde la entidad, “revalorizamos el rol que cumplimos por la demanda de nuestras Pymes asociadas. Ellos tienen necesidades de financiamiento que los bancos no les dan, les ponen límites al descubierto (una regulación del BCRA) y, además, tienen cierta aversión al riesgo en determinadas actividades que, muchas veces, no conoce”.
“La cooperativa está en el lugar, tiene a los socios de toda la vida y los conoce. Es el principal activo, el ´face to face´, todo el día con la Pymes asociada. Eso –aseguró- da un diferencial fenomenal respecto de la banca”.
“Los préstamos ayudan como capital de trabajo, a pagar la quincena o a algún proveedor. Representamos el 0,20 o 0,25% de los créditos del sector privado”, acotó.
Bavestrello defendió el accionar de las cooperativas y recordó que “tenemos un análisis de riesgo y legajo de cada asociado, que tienen mucho más movimiento que el legajo de un banco”.
“Les pedimos su declaración jurada mensual de IVA, con lo cual podemos determinar que las ventas que está teniendo son acordes con el financiamiento que está pidiendo o con los cheques que trae para garantizar la operación”, amplió.
Recordó además que las cooperativas “están controladas y son sujetos obligados de la UIF, igual que los bancos, lo cual implica tener un oficial de cumplimiento y una auditoría específica sobre prevención de lavado”.
“Tomamos todos los recaudos para estar en regla y cumplimos las normas económico-financieras que se establecen desde el Estado. Sólo pedimos equidad”, completó.
A su turno, Natalio Czarny, titular de la Cooperativa Del Litoral, dijo que “las Pymes suelen quejarse por los altos costos que deben afrontar, no tanto por las tasas de interés,  que muchas veces es similar o levemente superior a la de los Bancos, sino por la doble imposición que deben pagar por el impuesto a los débitos y créditos”.
Finalmente, Spotorno precisó que el esquema impositivo actual “impacta para las Pymes en el orden del 90% anual en el costo del dinero. Encarece toda la cadena productiva”.
Propuso “una cuenta exenta, con pago con transferencia bancaria y prohibición de retiro en efectivo”, un esquema similar al que funciona en las Bolsas de Comercio, Cereales y sus respectivos agentes.
“Estamos frente un sistema inequitativo que hay que cambiar”, concluyó Spotorno.