La suba de tarifas generó un aumento en el ´indice de la miseria´

Por Ezequiel Burgo
(Clarín) – En los 70, cuando en Estados Unidos hubo estanflación, el índice de la miseria se puso de moda. El invento del economista Arthur Okun, ya fallecido, no es otra cosa que sumar las tasas de desocupación e inflación con el propósito de relevar el doble daño que causan en la economía. Cuanto más elevadas son la inflación y la desocupación, la suma es más alta y el índice más elevado. En economías donde el ritmo al que los precios suben es alto, como la argentina, las variaciones de la inflación pesan más que la desocupación.
¿Pero qué ocurre hoy con este invento de Okun en Argentina? Actualmente el índice de miseria está por debajo de su pico registrado el año pa- sado. Así muestra un estudio del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la USAL. De acuerdo a un anticipo que saldrá esta semana, el índice fue 36,7 en el primer trimestre del año, casi la mitad que había registrado en el segundo de 2016: 59,8.
Sin embargo, el estudio de la Universidad El Salvador arroja otro dato interesante: el índice empeoró en el primer trimestre comparado con el resultado anterior. Los números señalan que en el cuarto del año pasado había dado 30,4 y ahora 36,7.
¿Cómo se explica este incremento en el arranque del año? De vuelta, principalmente por el aumento de la inflación. Y, en mucha menor medida, por la suba de la desocupación. Veamos: • Entre enero y marzo la inflación acumuló un aumento de 6,3%. Según reconoció el propio Banco Central en su informe de Política Monetaria, el 40% de esa suba fue por correcciones de los precios que regula el Estado.
Estos incrementos explican que el índice de la miseria o de Okun se haya acelerado en el arranque del año: la inflación venía a una tasa anualizada de 22,8% en el cuarto trimestre del año pasado y pasó a 27,5% (se trata de la inflación mensual promedio anualizada de cada trimestre). •
La desocupación aumentó en los primeros tres meses del año. En el cuarto trimestre había dado 7,6% y en el primero 9,2%. El dato fue dado a conocer el miércoles último y para el Indec el aumento es “significativo”.
La historia del índice de la miseria empezó en EE.UU. cuando su economía estaba inmersa en estanflación, esto es, una combinación de estancamiento económico con tasas de inflación moderadas o altas. Los analistas de opinión de la época en Estados Unidos encontraron que cuando la tasa de inflación era de dos dígitos, la mayoría de los encuestados opinaba que la inflación era el principal problema que los afectaba.
Años más tarde, cuando la tasa de desocupación era de dos dígitos y la más alta desde la Gran Depresión de los 30, el principal problema en las encuestas de opinión pasó a ser el desempleo.
El índice es problemático porque con inflaciones altas o moderadas, como la actual argentina, pesan más las variaciones en el ritmo al que suben los precios que las del desempleo. Esto permite explicar por qué en 2016, con la salida del cepo y la devaluación, Argentina registró el segundo índice de miseria más alto del mundo según el economista de la Universidad John Hopkins de Washington, Steve Hanke.
También invita a pronosticar por qué el índice sería la mitad para cuando se celebren las elecciones. En junio del año pasado la inflación porteña interanual fue 47,1% y si se tiene en cuenta la inflación esperada de octubre (REM), los precios ese mes podrían estar viajando a una trayectoria anual de 17%.
“Vemos aterrizando el índice Okun en el tercer trimestre”, dice Héctor
Rubini, economista e investigador de la USAL. Calcula que el índice para entonces podría perforar los 30 puntos, como en el tercer trimestre del año pasado (ver infografía). Espera para entonces una inflación cercana a 20% y un desempleo de 8,5%. “La población en promedio podría percibir una ligera mejora de la situación económica a partir del tercer trimestre de este año”.