Cristina Kirchner y Timerman pidieron la urgente revisión de sus procesamientos

La ex presidenta y el ex canciller exigieron que la Cámara de Casación intervenga. Entre otras cosas, le reclaman que ordene el testimonio del ex secretario de Interpol con relación a las alertas rojas a los sospechosos iraníes.
La defensa de Cristina Fernández de Kirchner y Héctor Timerman pidió ayer que la Cámara de Casación trate durante la feria el procesamiento y la prisión preventiva dictada por el juez Claudio Bonadio en la causa del Memorándum de Entendimiento con Irán. Uno de los puntos clave del recurso presentado por Graciana Peñafort y Alejandro Rúa, abogados de la ex presidenta y el ex canciller, es que la Casación intervenga en forma urgente y ordene, por ejemplo, el testimonio del funcionario que fue decisivo en todo el proceso relacionado con los iraníes: el ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble. En forma paralela, Timerman está esperando que Estados Unidos le restituya la visa para ingresar a ese país y continuar el tratamiento experimental contra el cáncer de hígado que padece desde hace más de dos años. Su situación se volvió ya muy delicada por cuando el mal se extendió a los huesos.
CFK y Timerman tienen que recurrir a la Casación porque el 21 de diciembre la Cámara Federal ratificó los procesamientos con prisión preventiva, aunque desechó el delito de mayor significación política: la traición a la patria. Como era lógico, los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah le dijeron al juez que él no puede declarar una guerra, que no es su función, y no existiendo una guerra no se puede imputar a nadie por, supuestamente, favorecer al virtual enemigo. De esa manera se cayó el delito de traición a la patria y quedó únicamente el de encubrimiento agravado.
Para sostener la prisión preventiva, los camaristas utilizaron razones asombrosas, como aquella conversación entre CFK y Oscar Parrilli en la cual la ex presidenta le decía a su secretario que “hay que salir a apretar a los jueces”, en referencia a polemizar con los magistrados, no a un apriete físico ni a una amenaza. Se trató de un uso fraudulento de una intervención telefónica y de esa manera se argumenta que CFK podría obstaculizar la investigación. Respecto de Timerman, los camaristas dijeron que como se había reunido en secreto con su par iraní, podía también recurrir a maniobras de ocultamiento. En aquel texto, Irurzun y Farah señalaron que había que escuchar a Noble, pero dos días después el juez dio por cerrada la instrucción y sostuvo que el ex secretario general de Interpol podrá declarar cuando se haga el juicio. Se estima que eso ocurriría en 2019, lo que entonces implica dejar personas presas y procesadas durante un año más.
“Si hay un testigo que vio un crimen y usted no lo llama a prestar testimonio está incurriendo en una falta seria en la instrucción e incluso en un delito”, explicó el ex integrante de la Corte Suprema, Raúl Eugenio Zaffaroni en PáginaI12, el domingo pasado. De esa manera trazó un paralelo respecto de lo que significa la negativa a que declare Noble en la causa del Memorandum: es que la acusación fundamental es que el tratado benefició a los iraníes porque, supuestamente, implicaba levantar las órdenes de captura con alertas rojas. Y todo eso pasaba por Interpol y por Noble. En forma pública, Noble ha sostenido que ni Timerman ni ningún funcionario argentino hizo gestiones para que se levanten las alertas rojas que, por otra parte, nunca fueron levantadas. Por eso, uno de los objetivos del recurso presentado ayer es que la Casación ponga algo de sensatez en el proceso judicial del Memorándum ya que el juez decidió cerrar la instrucción, elevar la causa a juicio, sin convocar al testigo fundamental.
El magistrado y la Cámara dictaron el procesamiento y la prisión preventiva que hoy mantiene en la cárcel a Carlos Zannini, Luis D’Elía, Fernando Esteche y Jorge Khalil, pese a que no hay riesgos de fuga ni peligro de que obstruyan una investigación que el propio juez dice que ya concluyó. Pero, además, tanto CFK como Timerman están virtualmente presos. La ex presidenta tiene fueros y al ex canciller se le otorgó una excarcelación excepcional por su situación de salud. El recurso presentado por Peñafort y Rúa busca que la Casación trate el tema antes de fin de mes. Y en caso de una negativa, la defensa de Cristina y Timerman recurrirá a la Corte Suprema de Justicia.
Más allá de las idas y vueltas de la cuestión judicial, seguramente lo más urgente es que Estados Unidos le restituya la visa a Timerman para que pueda seguir el tratamiento contra el cáncer. En los últimos días se completó toda la documentación, lo que incluye los diagnósticos y dictámenes del Cuerpo Médico Forense. La enfermedad se extendió a los huesos, en especial a la cadera, lo que provoca fuertes dolores y la imposibilidad de caminar. La familia del ex canciller espera que entre hoy y mañana se otorgue la autorización para viajar. El tratamiento que sigue Timerman es experimental, de manera que la medicación no está disponible en el mercado, sino que es parte de la investigación que realiza el hospital Mount Sinai de Nueva York. En la ciudad norteamericana viven las dos hijas de Timerman y su hermano.
FUENTE: Página/12