Buscan consolidar un nuevo frente opositor con la marcha del 21F

Máximo Kirchner y Pablo Moyano acordaron trabajar en la construcción de un amplio espacio político que tendrá su expresión sindical este miércoles, en el acto convocado por los camioneros contra el modelo económico del gobierno. Según publica Infobae,  los contactos telefónicos entre ambos dirigentes comenzaron a fines de 2017 para articular la resistencia callejera y parlamentaria a la reforma laboral, y se mantienen por estos días de manera directa o a través de terceros.
Fruto de esas negociaciones, asoma la figura de Juan Grabois. El titular de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) es uno de los enlaces más activos de los movimientos sociales con el sindicalismo combativo. El dirigente social es consultor del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz de la Santa Sede y su organización integra el «Tridente de San Cayetano», junto a Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa.
Por otra parte, el gremio de camioneros espera convocar unas 300 mil personas el próximo 21 de febrero, que se movilizarán en 4000 micros, y el palco estará sobre la intersección de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, mirando hacia la avenida San Juan. Los manifestantes llegarán convocados de la mano del mismo sindicato y de sus aliados en la CGT, el triunvirato piquetero, los 25 sindicatos enrolados en la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y las dos CTA conducidas por Hugo Yasky y Pablo Micheli. Varias CGT regionales de la provincia de Buenos Aires (San Martín, Brown, San Miguel, Norte, Sur, Morón), Tierra del Fuego, Río Negro y San Lorenzo, al igual que el 29 de noviembre, también participarán. Además aportará lo propio el sindicalismo clasista y la izquierda que promueve la conformación de una columna independiente delimitada de los convocantes con el propósito de llevar la consigna de «paro activo nacional y plan de lucha».
El titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, anticipaba este sábado que la movilización de Camioneros «será masiva» y «muchos trabajadores» concurrirán de forma «autoconvocada» contra las políticas del Gobierno. «Creemos que vamos a una movilización contundente contra las políticas de inflación, tarifazos, despidos y endeudamiento», dijo.
Quienes no apoyan la movilización, son los dirigentes de los principales sindicatos, «los Gordos» y «los Independientes» situación que puso a la central sindical al borde de la fractura.  Sin embargo, al igual que en la UOM, las conducciones de esos sindicatos no controlan sus gremios sin fisuras y la movilización, en un contexto de discusiones paritarias y una fuerte ofensiva sobre las condiciones de vida de los trabajadores, puede transformarse en un canal de expresión oposotora al Gobierno como el que se manifestó en diciembre.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anticipó que mantendrá a las fuerzas de seguridad federales acuarteladas en estado de alerta y reserva para el caso de una emergencia, como ocurrió el 18 de diciembre último. Sin embargo, la Casa Rosada dice que «Moyano quedará preso de la foto con todos los tirapiedras del Congreso». Y en términos políticos, evalúan, esa es una imagen que le suma al Gobierno por el contraste en popularidad. Paradójicamente, el Gobierno también apuesta a que los 2000 hombres de seguridad de Camioneros contengan un eventual desborde de la izquierda, en la que Moyano no confía y hasta ayer enfrentaba, al igual que ocurrió con el kirchnerismo. La renovada pelea con Macri los volvió a juntar.