Bonadío investigará denuncia de Nisman contra CFK

(Clarín) La Cámara Federal ordenó hoy que la causa por la denuncia del ex fiscal de la AMIA Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Kirchner por encubrimiento a favor de Irán en la causa AMIA la deje de investigar el juez Ariel Lijo y pase al juez federal Claudio Bonadio, informaron fuentes judiciales a Clarín.
Lijo había sido recusado por Cristina Kirchner y Bonadio tenía una causa anterior por la denuncia de traición a la patria contra el ex canciller Héctor Timerman que descubrió un libro de investigación.
Bonadio viene de procesar a Cristina en las causas por dólar futuro y Los Sauces y la ex presidenta lo ha criticado duramente en público.
El conflicto de competencia por la denuncia de Nisman se planteó a principios de año luego de la «batalla» de casi dos años en la Cámara de Casación Penal. El problema era que en octubre pasado, Bonadio le había solicitado a su par Daniel Rafecas que se inhiba de seguir teniendo la causa porque él tenía la denuncia por traición a la Patria contra el ex canciller Timerman.
Argumentó que el expediente radicado en su juzgado se encontraba más avanzado, ya había tomado testimonios y pedido pruebas, que la denuncia que Rafecas tenía archivada. «El otro magistrado desestimó la denuncia formulada por Nisman, es decir, no realizó ni una de las 49 medidas probatorias sugeridas por el fiscal Gerardo Pollicita», agregó con ironía. En esta pulseada, Pollicita había sido apoyado por el fiscal de cámara, Germán Moldes, uno de los cerebros de la estrategia judicial que rompió, el jueves, con la férrea muralla que habían creado los K para bloquear la denuncia.
En su escrito, Bonadio hizo referencia al audio revelado por un libro de investigación periodística en el que se escucha una conversación telefónica entre Timerman y el ex presidente de la AMIA, Guillermo Borger, en el que el primero dice que la bomba “la pusieron los iraníes”, los mismos con los que quería negociar a través del memorándum de entendimiento del 2013. Rafecas no contestó a ese pedido de inhibición y Bonadio esperó a que terminara el debate en la Cámara Nacional de Casación Penal.
Así el problema de competencia entre jueces está aún abierto. Este tribunal decidió, el jueves, confirmar al fiscal Pollicita. Además, ordenó separar a Rafecas y a los miembros de la sala I de la Cámara Federal porteña, Eduardo Freiler y Jorge Ballestero. Por sorteo informático, paradójicamente, la denuncia de Nisman volvió a Lijo. Y por ser solo dos salas, la denuncia de Nisman quedó, como instancia de apelación, en manos de la sala I pero con dos jueces de la sala II, Martín Irurzun y Eduardo Farah.
El primer problema jurídico que enfrentó Lijo es el pedido de inhibición de Bonadio, con quien tiene una excelente sintonía personal. Ante las primeras consultas informales, desde fuentes que conocen al veterano juez se mandó un mensaje claro: “Claudio no va a dar pelea. Si Lijo pide su causa por traición a la Patria se la mandará, si decide que jurídicamente le corresponde enviársela a la aceptará sin meterse en una larga discusión”, afirmaron fuentes de Comodoro Py. Es que se trata de un tema institucional de suma gravedad, con un fiscal muerto y un ex jefe de Estado de por medio, que no hay lugar para los debates finos sobre competencias o una pelea de egos. Y si bien en el expediente de Nisman se denunció el delito de encubrimiento y en la causa de Bonadio, el de traición a la Patria –que es más grave y tiene una mayor condena penal- y los imputados son distintos, en tribunales se considera que los hechos para investigar son los mismos.