Blancos que deberías probar

Es indudable la revalorización que viven los blancos argentinos, tanto por parte de las bodegas como de los consumidores. La clave está en el trabajo de enólogos y agrónomos que, a fuerza de experimentación y con la posibilidad real que brinda cada terruño, vienen elaborando vinos más pulidos y de diferentes estilos.

Hubo un tiempo en que los blancos de barrica eran los más buscados por su estructura y complejidad, pero en los últimos años fueron ganando espacio vinos más jóvenes y ligeros, con tensión y acidez marcada, cambio impulsado por Inglaterra y Nueva Zelanda. Podrán gustar más unos que otros, pero la cantidad de etiquetas muestra que además de muy buenos Chardonnay, otras cepas como el Pinot Grigio, el Chenín y el Sauvignon Blanc dan vinos innovadores y refrescantes con la singularidad de cada región y el carácter único que le imprime cada productor. Aquí, cinco marcas que se suman al mercado nacional.