Por supuesto que la medida no puede ser analizada exclusivamente como una pura acción de negocio bancario, más allá de que puede atraer muchos nuevos clientes. Semejante beneficio apunta sobre todo a brindarle un alivio a los golpeados bolsillos de los bonaerenses, uno de los sectores más afectados por la inflación, la suba de tarifas y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. Además, el principal foco de pérdida de empleo se encuentra justamente en el segundo y tercer cordón del conurbano, donde se concentran las pymes industriales.
La expectativa del Gobierno es que la mejora de los salarios luego de las paritarias, la baja de la inflación y el impulso del crédito favorezca sensiblemente la «sensación térmica» de los bonaerenses. No es un misterio para nadie que la provincia de Buenos Aires es el distrito electoral más duro para Cambiemos, en particular por el nivel de aceptación que todavía tiene la ex presidenta Cristina Kirchner (supera holgadamente el 30% de intención de voto).
El objetivo del nuevo beneficio con tarjeta es darle un alivio al golpeado bolsillo de los bonaerenses. Y mejorar la “sensación térmica” antes de las elecciones legislativas.
La banca pública viene actuando en forma coordinada en los últimos meses para impulsar nuevas opciones crediticias. Los bancos Nación, Ciudad y Provincia impulsaron compras en 50 cuotas con tarjeta, pero como se carga interés de casi 20% la opción no tuvo la aceptación esperada. Por otra parte, las tres entidades salieron a ofrecer créditos hipotecarios a 30 años. Si bien recibieron un aluvión de ofertas, el otorgamiento va mucho más lento como para que el impacto resulte masivo.
Por eso, el nuevo esquema que pondrá en marcha Banco Provincia debería resultar mucho más efectivo y con un impacto inmediato en la gente. Por ahora el resto de las entidades no tiene pensado hacer algo similar, pero se descuenta que habrá nuevas líneas atractivas tanto para el público como para empresas en los próximos meses preelectorales.
Además de esta bonificación especial, habrá otras dos líneas que aprobará el directorio del banco en breve:
. Créditos blandos para la compra de ciclomotores: será para pequeñas motos de hasta 20.000 pesos y el plazo del préstamo sería de 3 años. También apunta a otorgar un beneficio muy palpable para la gente, dejando afuera motos de gama media o alta.
. Hipotecario social: se irá a un esquema ya probado por el Banco Ciudad (donde Curutchet fue vicepresidente en la última gestión). El interesado tendrá que realizar durante una determinada cantidad de meses un ahorro previo y luego de ese período, si es que cumple con los depósitos pactados, podrá acceder a un crédito para la compra de vivienda. Este esquema sigue siendo muy exitoso en el banco porteño y ahora llegará a la provincia.